«La innovación no se programa de arriba a abajo»
Entrevista publicada originalmente en El Mundo
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PAU ESPARCH
«El EIT no trabaja de la manera tradicional de convocatorias y subvenciones. Funcionamos a través de grandes apuestas público-privadas que integran los socios del triángulo», destaca Leceta. El Instituto Europeo se divide en tres comunidades de conocimiento e innovación, llamadas KIC, que se dedican a retos sociales: el cambio climático, la innovación energética y la sociedad de la información. «Más de 1.000 estudiantes han participado en las KIC y desde estas comunidades se han creado unas 100 empresas de base tecnología», informa Leceta, que añade que ya se han lanzado al mercado un centenar de productos y servicios.
El director del EIT defiende que «la innovación no se programa de arriba abajo» porque debe existir «un espacio muy amplio para la creación». Leceta considera que este paradigma «es la virtud» de las KIC. De hecho, las comunidades del Instituto Europeo: «Trabajan alrededor de un reto social, aunque nosotros no prescribimos -como se hace en el ámbito de la investigación- a qué tópico o a qué tema se tienen que dedicar». Así, Leceta subraya que «las KIC sencillamente utilizan su marco para generar propuestas y formas de hacer innovación». Otro esquema «rompedor» es que, a diferencia de las incubadoras tradicionales, las grandes empresas «toman participación en las KIC y se comprometen a ser los primeros clientes de sus proyectos».
Leceta, que hace unas semanas fue uno de los ponentes del Fórum Impulsa de Girona, explica que las comunidades del Instituto Europeo tienen tres líneas de actividad: la educación para el emprendimiento, la creación de nuevas empresas y la innovación para el mundo. También pone de relieve que desde el EIT «se cuantifican los resultados», porque la financiación de las KIC para el futuro depende de su rendimiento. «El Instituto está orientado al impacto y nuestra financiación es exigente», asegura Leceta, que añade que el Consejo Europeo y el Parlamento decidieron aumentar el presupuesto del EIT para el periodo 2014-2020 con 2.700 millones de euros. «Las comunidades organizan su trabajo de abajo arriba, reclutando activamente a los estudiantes», que no son únicamente de Europa. «Las buenas ideas pueden venir de la periferia y de los equipos diversos», destaca Leceta.
«Cuando se dice que en Europa el mercado de capital riesgo no funciona, es verdad», afirma el director del EIT. «No es comparable a los Estados Unidos, aunque aquí tenemos financiación corporativa», manifiesta Leceta, que subraya que la principal diferencia entre Europa y América del Norte es la mentalidad. «El apetito por el riesgo y aceptar el fracaso o el éxito con más naturalidad» son las actitudes que, según Leceta, frecuentan en EEUU. Sin embargo, el director del EIT es optimista porque «se habla de una Europa emprendedora que se reindustrializa». Leceta, que nació en Guadalajara y que ha recibido recientemente el título de hijo predilecto de Castilla-La Mancha, avanza que se construirán cinco nuevas KIC en los próximos años, dos de ellas dedicadas al aprovechamiento de materiales y a la salud. Leceta confía que algunos centros de trabajo de estas comunidades se sitúen en España donde, de momento, se ubican tres KIC: de cambio climático en Valencia, de energía en Barcelona y de la sociedad de la información en Madrid.
La cuestión es ver cómo crecen las empresas
«No solamente está envejeciendo la población en Europa, sino que también lo hace el parque de empresas innovadoras», lamenta José Manuel Leceta. El director del EIT pone de relieve que, entre las compañías que se han creado en los últimos 25 años y que han escalado a posiciones en el liderato mundial (como Google y Facebook), pocas son europeas. «El problema de Europa no es que necesitemos empresas pequeñas, sino que las que tenemos no crecen», asegura. Por este motivo, considera que existe «una gran confusión» en relación a las pequeñas compañías, puesto que a veces se asocia una pyme con innovación, «cuando no siempre es así». Leceta considera que «un mejor indicador que el tamaño es la edad», e insta a «hablar más de empresas de alto potencial de crecimiento». Así, el director del EIT subraya que uno de los temas determinantes para la innovación «no es crear una empresa, sino observar cómo ésta crece». También destaca la necesidad de fomentar condiciones de contorno para que encuentren mercados y clientes de referencia. Leceta añade que «si una empresa tiene que trabajar localmente, en un mercado nacional, dispone de menos posibilidades de poder expandirse, mientras que en otros países existen más facilidades para acelerar el crecimiento». Leceta es partidario de ofrecer a los emprendedores un soft landing, que consiste en favorecer la entrada a nuevos mercados a través del conocimiento y la cooperación con las incubadoras de compañías de distintos países. Asimismo, asegura: «Las empresas no tienen que vender necesariamente al mercado. Pueden vender a campeones nacionales o a grandes compañías multinacionales». De hecho, según Leceta, se deberían conectar las pequeñas empresas -con potencial de crecimiento- con los líderes de los mercados internacionales